La superficie del neumático en contacto con el suelo tiene el tamaño de un dedo. Todas las fuerzas que se ejercen sobre el vehículo se acumulan en esta zona. De ella depende una maniobrabilidad adecuada. Revisar el estado de tus neumáticos te ayuda a garantizar tu seguridad y evitar situaciones peligrosas.
La profundidad de la banda de rodadura es el indicador principal del estado de los neumáticos. La adherencia disminuye a medida que se desgasta la banda de rodadura. Incluso si no percibes diferencias en la conducción, debes prestar atención. Una banda de rodadura desgastada puede llenarse de agua de charcos, exponiendo tu vehículo al riesgo de aquaplaning.
Cuando un vehículo no puede evacuar el agua que hay debajo de sus ruedas, pierde adherencia y empieza a deslizarse sobre la superficie mojada. En estos casos el conductor acaba perdiendo el control del vehículo.
Te habrás dado cuenta de que los coches de carreras llevan neumáticos sin dibujo. ¿Es posible conducir de forma segura con neumáticos "lisos"? Desde luego que no. Los coches de carreras se aprovechan de un fenómeno particular.
Durante las carreras, la superficie de los neumáticos alcanza una temperatura de 100-110°C, lo que aumenta su elasticidad y hace que, literalmente, se peguen al suelo. Para aprovechar al máximo estas fuerzas, el neumático debe ser liso, ya que si la superficie del neumático tuviera surcos la goma se despegaría en las curvas.
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La banda de rodadura es la capa exterior del neumático que hace que se adhiera al asfalto. Cuando un vehículo pesa 1,5 toneladas, cada una de sus ruedas está sometida a un peso de unos 375 kilos. La presión hace que el neumático sea más elástico y amplía el área de su superficie que está en contacto con el suelo. La profundidad de la banda de rodadura influye en:
La superficie del neumático está formada por surcos que evacuan la arena, la nieve y el agua de debajo de la rueda. Cuanto más gruesa es la banda de rodadura, más eficaz es la evacuación de estos elementos. En la práctica, realmente se nota la diferencia después de montar neumáticos nuevos. Es una forma sencilla de mejorar las características de tu vehículo.
Los surcos de un neumático nuevo tienen entre 8 y 10 mm de grosor. Los neumáticos de invierno tienen la misma profundidad de dibujo que los de verano, pero sus surcos y dimensiones desempeñan un papel más importante. En España, por ley, la profundidad mínima del dibujo es de 1,6 mm, un límite que no se debe superar.
A veces, los conductores no pueden medir la profundidad del dibujo de sus neumáticos. En busca de una solución sencilla y eficaz, los fabricantes de neumáticos han desarrollado los indicadores de desgaste de neumáticos, también conocidos como TWI (tire wear indicator). El símbolo TWI suele aparecer en la llanta de los neumáticos equipados con indicadores de desgaste.
Los indicadores de desgaste toman distintas formas:
Existen muchos accesorios que pueden utilizarse para revisar manualmente el estado de la banda de rodadura. Los más sencillos parecen llaveros con marcas que pueden insertarse en la banda de rodadura del neumático. Es una forma sencilla y eficaz de comprobar el estado del neumático. Otros modelos más sofisticados tienen una pantalla digital y realizan mediciones con una precisión de décimas de milímetro. Normalmente cuestan entre 5 y 15 €.
Como norma general, los neumáticos de verano deben cambiarse una vez alcanzado el límite de 3 mm (4 mm en el caso de los neumáticos de invierno).
Desaconsejamos intentar ahorrar dinero utilizando neumáticos excesivamente gastados. Los neumáticos estándar tienen una vida útil de unos 30.000 km. Si tu vehículo consume 8 litros de combustible por cada 100 kilómetros, el coste total de combustible necesario es de 3.000 €. Aunque compres neumáticos premium por 250 € y pagues, por ejemplo, 50 € por la mano de obra, la factura sólo representará una décima parte del coste del combustible. En vista del impacto que unos neumáticos en buen estado tienen en la seguridad y la conducción, la inversión merece la pena.
Debes revisar la banda de rodadura de los neumáticos en toda su anchura. Un desgaste irregular puede indicar un problema:
El desgaste puede afectar a la parte interior de la rueda, que no es visible, por lo que te recomendamos que lleves tus ruedas a un taller especializado. Los defectos inadvertidos pueden empeorar y hacer que el neumático reviente al conducir.
Los especialistas de los talleres Vulco te ayudarán a evaluar el estado de tus neumáticos y a comprobar la profundidad del dibujo. Si hay alguna anomalía, intervendrán de inmediato.