Limpieza del coche: un aspecto que no debe descuidarse

Cuidar tu coche por dentro y por fuera ayuda a mantener un mejor aspecto, además de garantizar la seguridad de todos los usuarios de la carretera. No basta con comprobar el nivel de aceite y la presión de los neumáticos. El lavado regular del vehículo es una de las tareas que no hay que descuidar.

 

A menudo el coche sirve como tarjeta de visita. El estado del vehículo refleja la importancia que un propietario da a la estética y la seguridad. Un buen mantenimiento del vehículo puede realizarse a diario, sin necesidad de lavarlo por completo. Lo más importante es mantener los cristales, espejos y faros limpios, ya que es vital para la seguridad del conductor y los pasajeros.

 

Si no quieres que la carrocería de tu coche se destiña o se estropee antes de tiempo, que las juntas se obstruyan o que sus partes metálicas se oxiden, debes cuidar tu vehículo. Lavado manual, pistola de lavado a alta presión, lavado con rodillo... hay varias opciones a tu disposición.

 

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¿Para qué sirve un coche limpio?

Antes de salir a la carretera, asegúrate de cuidar tu vehículo teniendo en cuenta algunos aspectos esenciales:

 

  • Las ventanillas del coche: cada ventanilla debe limpiarse a fondo, eliminando la nieve, el polvo, los excrementos de pájaro y el barro. En el interior, los cristales pueden empañarse. El mejor remedio es hacer circular aire caliente sobre los cristales.
  • Luces del vehículo: los faros deben lavarse a fondo, ya que están recubiertos de una película protectora contra los rayos UV que puede decolorarse con el tiempo. Los faros pueden perder su intensidad y eficacia. La única solución es sustituirlos o pulirlos, y volver a protegerlos aplicando una película protectora contra los rayos UV y barniz.
  • El capó: no basta con quitar las hojas muertas o el polvo del parabrisas, ya que una vez que el vehículo está en marcha el viento arrastra la suciedad del capó al parabrisas.
  • Los bajos y las llantas: No debes permitir que el barro, las hojas, los restos de aceite y la sal de las carreteras se acumulen en estas partes, o se estropearán prematuramente.

 

Todos estos elementos deben revisarse a lo largo del año, sea cual sea la antigüedad y el estado del coche. Planifica una limpieza en cada estación del año para proteger tu vehículo.

Lavar el coche según la estación

Cada estación presenta sus propios retos para los conductores:

  • En primavera, el vehículo puede estar completamente cubierto de polvo amarillo: se trata de polen. Aunque la capa sea fina, asegúrate de retirarla con regularidad.
  • Durante las olas de calor del verano, la principal preocupación es el polvo seco que se acumula en las ventanillas. Te recomendamos eliminarlo con agua para no estropear el barniz de tu vehículo.
  • En otoño el problema principal son las molestias causadas por el barro y las hojas muertas que se acumulan en las partes bajas de la carrocería.
  • En invierno, la nieve y la sal de la carretera se suman al barro y también se acumulan en los guardabarros y en los bajos.

 

Sea cual sea la estación, no olvides limpiar el interior de tu coche: el polvo se deposita rápidamente en los plásticos, el cuero y los tejidos, lo que puede hacer que se estropeen.

No olvides ventilar el habitáculo con regularidad, desinfectar el sistema de aire acondicionado cada año para evitar la aparición de hongos y moho, y sustituir el filtro del habitáculo. Es tu primera línea de defensa contra el polvo y las partículas finas de la atmósfera.

No dudes en ponerte en contacto con los especialistas de los centros Vulco, que te ayudarán a cuidar de tu vehículo.

 

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