Cuidar tu coche por dentro y por fuera ayuda a mantener un mejor aspecto, además de garantizar la seguridad de todos los usuarios de la carretera. No basta con comprobar el nivel de aceite y la presión de los neumáticos. El lavado regular del vehículo es una de las tareas que no hay que descuidar.
A menudo el coche sirve como tarjeta de visita. El estado del vehículo refleja la importancia que un propietario da a la estética y la seguridad. Un buen mantenimiento del vehículo puede realizarse a diario, sin necesidad de lavarlo por completo. Lo más importante es mantener los cristales, espejos y faros limpios, ya que es vital para la seguridad del conductor y los pasajeros.
Si no quieres que la carrocería de tu coche se destiña o se estropee antes de tiempo, que las juntas se obstruyan o que sus partes metálicas se oxiden, debes cuidar tu vehículo. Lavado manual, pistola de lavado a alta presión, lavado con rodillo... hay varias opciones a tu disposición.
¡Pide consejo en tu centro Vulco y disfruta de un coche limpio y en buen estado!
Antes de salir a la carretera, asegúrate de cuidar tu vehículo teniendo en cuenta algunos aspectos esenciales:
Todos estos elementos deben revisarse a lo largo del año, sea cual sea la antigüedad y el estado del coche. Planifica una limpieza en cada estación del año para proteger tu vehículo.
Cada estación presenta sus propios retos para los conductores:
Sea cual sea la estación, no olvides limpiar el interior de tu coche: el polvo se deposita rápidamente en los plásticos, el cuero y los tejidos, lo que puede hacer que se estropeen.
No olvides ventilar el habitáculo con regularidad, desinfectar el sistema de aire acondicionado cada año para evitar la aparición de hongos y moho, y sustituir el filtro del habitáculo. Es tu primera línea de defensa contra el polvo y las partículas finas de la atmósfera.
No dudes en ponerte en contacto con los especialistas de los centros Vulco, que te ayudarán a cuidar de tu vehículo.