La ITV es obligatoria para todos los vehículos particulares. Esta inspección comprueba los componentes esenciales del vehículo y se realiza sin desmontarlo, con ayuda de equipamiento especial adaptado. El vehículo no puede ser reparado durante la misma ITV.
En el caso de un turismo particular la ITV abarca 133 puntos, que incluyen las siguientes comprobaciones:
- Estado o identificación del vehículo: matrículas, aspecto general del vehículo...
- Visibilidad, iluminación y señalización: escobillas del limpiaparabrisas, cristales, limpiaparabrisas, faros, luces...
- Frenado: discos, pastillas, pedal de freno, estado del líquido de freno, freno de mano...
- Neumáticos, sistema de suspensión y dirección: desgaste de neumáticos, desgaste de rodamientos, fugas en amortiguadores, estado del volante...
- Estructura, carrocería y chasis: estado del chasis, depósito y conductos de combustible, corrosión…
- Equipamiento del vehículo: cinturones de seguridad, airbags, cuentakilómetros...
- Molestias: presencia de sistema de reducción de ruido, pérdidas de líquidos, humos extraños...
Los vehículos híbridos y eléctricos también tienen que pasar la ITV.